El tradicional arte del forjado adaptado a los espejos
No solamente los espejos tienen la virtud de dar más claridad y amplitud a cualquier habitación de nuestro hogar sino que también pueden ser unos objetos decorativos únicos con mucha personalidad. En el caso de los espejos de forja, este tipo de espejos adaptan una técnica del forjado que está presente en los elementos estructurales y decorativos de estos espejos. La forja consiste en una técnica de modelado manual del hierro en el que se golpea o troquela gracias a la aplicación de altas temperaturas en el hierro. Esta técnica permite a los artesanos crear elementos ornamentales de metal con formas y diseños orgánicos impropios de un material tan duro y robusto como el metal. Hay que tener en cuenta que el metal forjado es mucho más resistente que el metal fundido, por lo que la durabilidad de los espejos de forja, en este, caso es muy elevada. El forjado es una técnica milenaria ya que las primeras herramientas de hierro fueron descubiertas en el antiguo Egipto y desde entonces ha ido evolucionando hasta convertirse incluso en una técnica utilizada en la industria como un proceso mecánico.
Elegancia y distinción con un espejo de forja
Si lo que buscas es darle un toque de personalización a tu dormitorio o a tu recibidor, no dudes en comprar un espejo de forja. El hierro forjado de la estructura hace que el espejo sea un elemento muy durable y que no requiere mantenimiento. A lo largo de los años estos espejos mantienen su aspecto original puesto que no es necesario pulir el hierro y pintarlos para mantener su aspecto. Los espejos de forja combinan perfectamente con cualquier estilo; desde estilos más clásicos a estilos más minimalistas o modernos, estos espejos de forja combinan perfectamente en cualquier estilo de interiores. En el catálogo encontrarás diversos modelos de espejo; algunos bajo el mismo diseño tienen diferentes acabados y colores por lo que puedes elegir de un diseño, el color que más te guste. Estos espejos de forja están diseñados para colgarlos de la pared, pero también es buena idea tenerlos apoyados en el suelo o en una cómoda o mueble del recibidor.
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