Tocadores con espejo: el mueble de la belleza
Aunque el origen de estos peculiares muebles se remonta al antiguo Egipto (ya que fue la primera civilización en utilizar maquillaje), no fue hasta mediados del siglo XVIII que se empezó a popularizar entre la nobleza francesa. Poseer un tocador representaba un alto estatus social que solamente las clases adineradas y la nobleza podían costearse. Poco a poco, este mueble fue evolucionando para convertirse en un mueble imprescindible de cualquier dormitorio, muchos de ellos diseñados como obras de arte. Estos muebles no solamente tenían la función permitir que una mujer se peinase, perfumase o maquillarse, también eran muebles que se utilizaban como auténticos depósitos de joyas.
El tocador con espejo suele ser de un estilo clásico. A lo largo de la historia fue evolucionando adquiriendo diferentes formas y diseños como por ejemplo el estilo francés, caracterizado por tener un espejo ovalado con patas estilizadas, utilizado por la corte de Luis XV como mueble principal de su dormitorio; el estilo victoriano o el estilo más estilizado como el Art Deco. En los últimos años, nuevos diseñadores han querido reinventar este mueble con un estilo más minimalista y práctico, aunque los tocadores con espejo del catálogo combinan perfectamente con cualquier estilo de dormitorio.
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Cualquier modelo de tocador con espejo del catálogo dará un toque de sofisticación femenina en cualquier dormitorio, sea cual sea el estilo. Si predomina el estilo minimalista o clásico, un tocador dará una fuerte personalidad y elegancia a tu habitación, contrastando equilibradamente con tus muebles. Será una pieza ideal y práctica para que puedas guardar tus joyas, sets de maquillaje y te permitirá tener un espacio extra sin tener que depender del baño para maquillarte adecuadamente y sin prisas.
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